Estudio de la pareja estéril

La esterilidad es la incapacidad para concebir tras 1 o 2 años de relaciones sexuales sin protección (teniendo 2-3 relaciones a la semana).


Por lo tanto, tras 1 año intentándolo, deberíamos comenzar a estudiar las posibles causas de la esterilidad. 


La edad es un factor muy importante en este tema, según avanza la edad, especialmente las mujeres, las posibilidades de embarazarse disminuyen y las posibles complicaciones durante el embarazo (abortos, síndromes, TA elevada...) aumentan. Por este motivo, en mujeres mayores de 38 años, debería iniciarse el estudio a los 6 meses.


Hay situaciones que requieren un estudio más personalizado, como pueden ser las mujeres con abortos de repetición, o pacientes que tienen alguna alteración genética o que se han esterilizado previamente (vasectomía o ligadura de trompas)...

Para que un embarazo se consiga, tienen que funcionar varios factores:


  • Los ovarios tienen que funcionar adecuadamente para que se pueda producir la ovulación
  • El útero tiene que tener una buena morfología para que, cuando se produzca el embarazo tenga donde anidar.
  • Las trompas de Falopio tienen que ser permeables para que los espermatozoides puedan llegar a través de ellas al óvulo y unirse a él y una vez formado el embrión, éste pueda llegar al útero y anidar en un lugar correcto.
  • En el semen tiene que haber suficientes espermatozoides, móviles y morfológicamente normales.


Cuando llegáis por primera vez a la consulta para estudiar vuestro problema de esterilidad, lo que debemos hace es:

-una buena Historia clínica  de los dos miembros de la pareja (salvo que quien quiera embarazarse sea una mujer sola, que entonces la estudiaremos a ella): 
  • alergias
  • enfermedades
  • cirugías previas
  • hábitos tóxicos
  • ocupación laboral

-Historia ginecológica
  • años a los que te vino la regla
  • cómo son los ciclos: cada cuanto te viene la regla (lo normal es que sea cada 26 y 35 días) y cuánto días te dura
  • si duele
  • si manchas muchos días antes del sangrado fuerte
  • embarazos previos
  • métodos anticonceptivos previos
  • frecuencia de las relaciones sexuales...

-Antecedentes familiares de
  • menospausia
  • retrasos mentales o malformaciones
  • de esterilidad...


Estudio de la mujer:

Tras la historia clínica, el siguiente paso es hacer una buena exploración:
  • Distribución del vello corporal
  • Índice de masa corporal
  • Genitales
  • Tensión arterial

Lo siguiente será comprobar que todos los factores que necesitábamos para un embarazo, estén correctos:

Los ovarios:


Primero hay que hacer una ecografía transvaginal para ver que los ovarios tengan folículos.
Los folículos son una especie de quistes donde están los ovocitos potenciales que podrían crecer este mes, es lo que llamamos la reserva ovárica. Finalmente, de esos ovocitos, en un ciclo natural crecerá uno y será el óvulo maduro que salga del ovario y tenga la capacidad de ser fecundado. Lo normal es tener entre 5-10 folículos en cada ovario.


Además de con la ecografía, el funcionamiento de los ovarios lo conocemos con una analítica hormonal. Ésta nos dirá si el ciclo reproductor es correcto y nos permitirá conocer también la reserva ovárica.
En esta analítica pediremos también las hormonas tiroideas, un hemograma, coagulación, grupo sanguíneo y serología (para descartar enfermedades de transmisión sexual como la sífilis, VIH, hepatitis).

Tanto la analítica como la ecografía para ver los folículos, lo ideal es realizarlas el 3º o 5º día del ciclo (el 1º día del ciclo es el primer día de regla fuerte).


El Útero:

En la misma ecografía que hemos realizado para ver los ovarios, vemos el útero. 

En nuestra consulta disponemos de una sonda ecográfica 3D, por lo que ante una sospecha de malformación uterina como puede ser un útero doble o un tabique podríamos diagnosticarla directamente en consulta. Si no, ante la sospecha de una malformación lo ideal sería pedir una resonancia pélvica.

En la ecografía también debemos descartar pólipos o miomas que afecten a la cavidad y por tanto puedan impedir la correcta implantación del embrión o puedan ocasionar un aborto.

Las trompas:

Para confirmar que las trompas sean permeables y normales, primero debemos saber que el semen es válido para inseminar. Si el semen no está bien y tuviésemos que ir a técnicas de fecundación in vitro (la semana que viene os explico la diferencia entre inseminación artificial y fecundación in vitro),  no sería necesario ver cómo están las trompas porque ya no las necesitaríamos.


Una trompa normal, no debería verse en la ecografía que hemos realizado. A veces vemos trompas que están rellenas de líquido, lo cual puede afectar a un embarazo.




La prueba ideal para ver las trompas es la histerosalpingografía.
Se introduce un contraste a través del cérvix (en la posición ginecológica habitual), ese contraste rellena la cavidad uterina, atraviesa las trompas y acaba en la cavidad abdominal. Esto se va confirmando con radiografías a la vez que el contraste va fluyendo. Con esta prueba podemos saber cómo es la cavidad uterina por dentro, pero sobre todo si las dos trompas son permeables, si lo es solamente una o ninguna.



Hay otras maneras de ver las trompas, como la laparoscopia, pero salvo que tengamos que hacerla por otra causa y aprovechemos la intervención para ver las trompas, no tendría sentido.


Estudio del hombre:

Debemos hacerle una analítica completa con coagulación, serología (para descartar VIH, hepatitis, Sifilis) y grupo sanguíneo.

El Semen:


Para el estudio del semen debemos realizar un seminograma.


Para recogerlo hay que cumplir ciertos requisitos:
  • desde que se recoge la muestra hasta que se entrega en el laboratorio no debe pasar más de 1 hora
  • el hombre no debe haber tenido fiebre en el último mes, pues puede afectar al resultado
  • en el momento de recogerlo debe llevar 3-5 días de abstinencia (no más ni menos).

Si el resultado sale alterado, se debe realizar un nuevo seminograma en 2 meses (pues uno solo no es representativo).

En el seminograma se valora: el volumen de la muestra, el pH, la concentración de espermatozoides, la movilidad, la morforlogía y la vitalidad. Así se calcula el recuento de espermatozoides móviles que es un valor que nos va a ayudar a decidir si hacer una u otra técnica de reproducción, si fuese necesario.

Tanto en el hombre como en la mujer, podemos pedir un cariotipo, para ver si hay alguna alteración genética.


Una vez que tengamos todas las pruebas, valoraremos si hay algún problema, si se puede solucionar y os daremos las opciones de tratamientos si así lo deseáis.


Éste es un proceso difícil. Cuando alguien quiere embarazarse empiezan los miedos a si se podrá o no y las prisas a conseguirlo (porque ahora que nos hemos decidido lo queremos ya). Al ir pasando los meses y no lograrlo se vuelve una obsesión, dejáis de tener relaciones con vuestras parejas por placer y se convierten en una obligación. Muchas parejas se resienten ante este problema. Cuando diagnosticamos alguna causa, a veces, os echáis la culpa a uno u otro.


Si vuestra situación es buscar un embarazo en pareja, la búsqueda es algo de dos, uno lo podrá demostrar más o menos y a veces uno intenta hacerse el fuerte porque la otra parte está más hundida, pero no por ello lo pasa menos mal.
Yo os recomiendo hablarlo mucho entre vosotros y no tener miedo a necesitar ayuda psicológica para afrontarlo. El ejercicio físico y las técnicas de relajación como el yoga también os pueden ayudar.