Vacunas durante el embarazo

Ahora que empieza la campaña de vacunación de la gripe, me parece un buen momento para hablar de las vacunas que se deben poner durante el embarazo.



VACUNA DE LA GRIPE (Vacuna antigripal inactivada):

La gripe nos parece algo muy conocido y que, aunque es una pesadez tenernos que quedar en casa unos días tomando antigripales, sopa calentita y descansando, no suele tener más complicaciones. Y así ocurre en la mayoría de  las mujeres embarazadas, que la gripe es de carácter leve. Sin embargo, el embarazo aumenta el riesgo de sufrir complicaciones, especialmente en el segundo y tercer trimestre, aumentando por 8 el riesgo de hospitalización por  insuficiencia respiratoria grave, neumonía, complicaciones secundarias como las sobreinfecciones bacterianas y en ocasiones incluso  la muerte (comparando el riesgo de muerte con el de personas de 65 años o más).



La manera de prevenir la gripe en embarazadas son las mismas que en la población general:
 • Lavado de manos frecuente.
 • Estornudar y toser en pañuelos de papel.
 • Evitar y reducir al máximo el contacto con personas enfermas.
 • Evitar si es posible, permanecer en lugares donde hayan muchas personas y que tengan escasa ventilación natural.

Y a mayores, en el caso de las embarazadas, se recomienda la VACUNACIÓN. La OMS dice que la vacuna de la gripe estacional es la mejor medida preventiva y está indicada en las mujeres embarazadas en cualquier trimestre de la gestación, basándose en pruebas de la inocuidad de la vacuna  y de su eficacia para prevenir la gripe tanto en las madres como en los lactantes pequeños, a quienes también protege de la elevada morbilidad que les produciría la gripe en sus primeros meses de vida.


Repito, la vacuna se aconseja ponerla en cualquier trimestre del embarazo durante la campaña de vacunación (de octubre a mayo). Este año la OMS recomienda poner a las embarazadas la vacuna tetravalente (recordárselo a vuestro médico).

La vacuna sólo estaría contraindicada en mujeres embarazadas con alergia al huevo.


VACUNA DE LA TOSFERINA (dTpa: vacuna combinada  antitetánica-antidiftérica-antipertúsica):

La tosferina es una enfermedad respiratoria producida por una bacteria llamada Bordetella pertussis. En los últimos años se ha producido un aumento del número de casos, sobre todo en los lactantes pequeños (menores de 6 meses).
La enfermedad empieza por tos y se podría complicar con otitis media, neumonía, insuficiencia respiratoria, encefalopatía, convulsiones, paradas respiratorias e incluso la muerte.




La vacunación durante el embarazo tiene una doble finalidad: en primer lugar, evitar que la mujer embarazada adquiera la tosferina y contagie al bebé. En segundo lugar, la transmisión pasiva transplacentaria de anticuerpos al feto, que lo protegerán desde que nace hasta que se le pueda vacunar a los 2-3 meses de edad.



Debido a que el paso transplacentario de anticuerpos es máximo en las últimas semanas de embarazo, para conseguir la máxima eficacia en el momento del parto, la vacuna se debe administrar entre las semanas 27 y 36 (preferentemente entre la semana 27 y 32). No obstante, la vacuna ya es útil a partir de las 16 semanas y en gestantes que inicien el control de forma tardía, también estaría indicado administrar la vacuna a partir de la semana 36, ya que aunque se produjera el parto antes de la formación de anticuerpos maternos, la vacuna serviría suprimiendo la fuente de infección materna.

Se recomienda administrar una nueva dosis de esta vacuna en cada embarazo.


VACUNA ANTI-D:

Es importante conocer en todas las embarazadas su grupo de sangre, especialmente su RhD. Hay mujeres que son RhD positivas y no tendríamos que tener ninguna precaución. El problema surge en pacientes RhD negativo. Estas pacientes si tienen un bebé con RhD positivo (transmitido del padre), generan anticuerpos para luchar contra los glóbulos rojos (hematíes) fetales porque no los reconocen como propios. En un primer embarazo, no tendría consecuencias, pero la memoria defensiva atacaría en un segundo embarazo, destruyendo los hematíes fetales y produciendo anemia fetal (Enfermedad Hemolítica Perinatal).



Esta sensibilización materna contra hematíes RhD (+) se puede producir por:
  • Hemorragia feto-materna durante el parto o pre-parto (se considera que se produciría isoinmunización en el 17% de las gestantes RhD(-) con feto RhD(+) en ausencia de administración de gammaglobulina )
  • Aborto 
  • Embarazo ectópico 
  • Procedimientos invasivos (Biopsia Corial, Amniocentesis, Cordocentesis, Cerclaje, Fetoscopia, etc) 
  • Muerte de un feto “in utero” 
  • Versión cefálica externa 
  • Traumatismo abdominal materno 
  • Transfusión de sangre y hemoderivados 
  • Intercambio de agujas o productos contaminados por sangre (drogadictos) 
  • Transplantes de órganos

Para prevenir todo esto, en embarazadas RhD negativas, no sensibilizadas, se debe administrar una dosis intramuscular de 300 μg de Gammaglobulina anti-D en las primeras 72 horas del proceso sensibilizante. Si no se ha administrado en las primeras 72 horas todavía es útil hasta 4 semanas. El efecto protector dura como mínimo 3 semanas.



La prevención de rutina antes del parto es en la semana 28 de gestación, se aplicará una dosis de 300 μg de gammaglobulina anti-D a todas las gestantes RhD(-) independientemente del RhD de la pareja. Esto sólo no será necesario si se ha estudiado el genotipo fetal en sangre materna o en líquido amniótico y ha resultado RHD(-).

Por lo tanto, debido al riesgo que suponen enfermedades como la gripe para la embarazada o la tosferina para el bebé, la vacuna de la gripe y de la tosferina deben administrarse a TODAS las embarazadas (salvo contraindicaciones por alguno de sus componentes, como la alergia al huevo en el caso de la vacuna de la gripe).

Hay determinadas vacunas (fundamentalmente vacunas vivas) que se deberían evitar durante el embarazo, son el caso de la triple vírica, varicela, BCG, tifoidea oral y fiebre amarilla. 

Hay otros casos especiales, como el de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). En principio, no parece causar problemas durante el embarazo, sin embargo no hay suficientes  datos para recomendarla. La vacunación, por lo tanto, debe posponerse hasta después del parto. Retrasar la administración de alguna de las dosis (0, 1-2 y 6 meses) no disminuye su efecto. Su administración no está contraindicada durante la lactancia materna.