Dilatación

La dilatación es el proceso por el que el cérvix pasa de estar largo y cerrado a estar borrado y dilatado 10 centímetros.


Durante el proceso de dilatación estaremos controlando que el bebé esté bien y no tenga sufrimiento, con los monitores. Si es una inducción e inicialmente no tienes contracciones los monitores los pondremos sólo de vez en cuando.



Durante este tiempo, mientras no tengas la epidural, podrás moverte por la habitación, colocarte en la posición que te sea más cómoda, utilizar la pelota de pilates...




Ponerte o no la epidural es una decisión solamente tuya, cada mujer tolera de una manera diferente el dolor. Si no has tenido un parto anterior, es muy difícil saber si "aguantarás" las contracciones, por eso lo mejor es decidir si quieres ponerla o no durante el proceso de dilatación y no antes. 
La indicación de poner la epidural es únicamente haber iniciado el trabajo de parto y el dolor, así que no hay unos centímetros del cérvix establecidos, que con 3 cm te duele y quieres ponerla, se pone, que no te dolió tanto y ahora que estás con 8cm la quieres, pues se pone ahí.


La epidural la pone el anestesista en quirófano. Según esté el parto de avanzado te quedarás en quirófano a partir de ese momento (si preveemos que falta poco para el parto o si necesitamos controlar más al bebé) o subirás de nuevo a tu habitación para continuar el proceso de dilatación.
Si te pones la epidural y te funciona perfectamente (no tienes nada de dolor) te recomendaremos descansar en estos momentos, porque después vas a necesitar tener fuerzas para empujar.

Durante este proceso podrás beber líquidos sin problema y te daremos algo blando de comer si todo evoluciona favorablemente y te apetece.

Página siguiente: ExpulsivoPágina anterior: Ingreso y llegada a planta